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- El sexo débil: una concepción muy arraigada en la sociedad.
Posted by : Pao-Li
lunes, 13 de agosto de 2012
Un día
cualquiera vamos de camino al trabajo. Todos un poco retrasados debido al
embotellamiento; un conductor desesperado ante el vehículo que no avanza frente
a él dice: Esa tiene que ser mujer. Yo no sé pa’que le dan licencia…
Este tipo
de pensamiento es producto de la ideología patriarcal en que crecemos y somos
educados. El mismo pone de manifiesto cuan fuerte es el modelo mujer-hombre que
impera en nuestra sociedad.
Este modelo
social basado en roles de masculinidad y feminidad establece que la mujer sea
la cuidadora, la especialista en emociones, es la única que puede desempeñar
trabajos del hogar, y está destinada a ocupar puestos “femeninos” en las
empresas. Por otro lado entiende que el varón es el proveedor, la cabeza del
hogar, de la sociedad, del Estado, el que no puede mostrar sus sentimientos
porque de lo contrario sería un “mariquita”.
Es
precisamente esa mentalidad de supremacía del hombre hacia la mujer que lleva a
la discriminación y al abuso a ser vistos como algo normal.
El auge que
está teniendo el Bullying escolar o acoso escolar deja entrever la incapacidad
que tenemos para frenar la violencia y transmitir valores que comprendan la
autoestima, la asertividad, el respeto, la igualdad y la empatía hacia los
demás.
Un ejemplo
muy familiar es cuando los padres le dicen a un niño “no llores que los hombres
no lloran”, en este momento están frenando el derecho del niño a manifestar sus
emociones, no obstante le crean prejuicios basados en su rol. De ahí que el
hombre reaccionará con violencia cuando no puede ejercer ese rol de “superioridad”
que le exige el entorno.
Esto no es
algo actual, desde los inicios de la civilización la mujer ha sido objeto de
maltratos y segregación. En la antigüedad los griegos y los romanos la
denigraban y la catalogaban como seres poco confiables que debían ser tratados
bajo las mismas condiciones que los esclavos y convictos.
Durante la
Revolución francesa se redacta la Declaración
de los derechos del hombre y del ciudadano en el 1789, en esta no figuraba
la palabra mujer entre sus artículos. No fue, sino, hasta 1791 cuando la francesa
Olympe de Gouges reclama un trato igualitario para las mujeres y escribe en
contraposición la Declaración de los
derechos de la mujer y la ciudadana.
La
erradicación de la violencia en todos sus aspectos debe empezar por la
educación en valores de igualdad y respeto.