lunes, 29 de abril de 2013
La sociedad actual exige a las personas a ser mejores y
alcanzar cierto grado de excelencia. Unos de los campos que más exigencias
demanda es el laboral; las empresas requieren personas capaces de poder
desempeñar de manera eficaz su trabajo. Esto conduce a que el individuo se exija
a sí mismo, tal vez de una manera desmedida afectando significativamente su salud
mental y física.
El estrés son las reacciones físicas y mentales que se
producen en el organismo cuando somos sometidos a muchas tensiones y cuando
esto sucede en la esfera laboral, estamos hablando de Estrés Laboral.
El estrés laboral se origina cuando las tareas que se asignan
en el trabajo superan los recursos con los cuales dispone la persona, no
permitiendo una correcta toma de decisiones.
Cuando el nivel de exigencia es
más alto que los recursos que dispone el individuo, éste intentará generar más
recursos para poder realizarlas y si a medida que van incrementando la persona
continúa el círculo, se produce el estrés.
Los síntomas del estrés laboral afectan tu salud física con dolores de cabeza,
mareos, nauseas, taquicardia, dolores de estómago, entre otros. Así como la salud
mental con dificultad para tomar decisiones,
problemas de concentración, dificultades para pensar, etc.
Por otro lado la empresa puede verse afectada por el estrés
de sus empleados, ya que se produce un deterioro en el ámbito laboral que
influye de manera perjudicial en el rendimiento y la productividad.
Un empleado con estrés tiene como consecuencia enfermedades,
que tienen repercusiones en la asistencia y esto hace que se afecte la
productividad de la organización.
Para poder evitar el estrés se recomienda que el empleado
realice los trabajos en función de su importancia y urgencia. También aprender
a manejar el horario de trabajo y dividir la jornada laboral incluyendo minutos
de descanso para recuperar energías y evitar el agotamiento.
